Editorial UOC 100 Teoría de las relaciones laborales...
El mercantilismo ha sido defendido como modelo idóneo de organización de
las interacciones sociales: la economía de mercado, sostiene Sala (2001), ha ge-
nerado tantos efectos positivos de innovación que, en dos siglos, ha logrado que
las familias medias actuales vivan mejor que los reyes del siglo XVIII.
En su ensayo La era del acceso, Jeremy Rifkin (2000) dedica un capítulo a la
mercantilización de las relaciones humanas, en el que insiste en que este proce-
so tiende a expansionarse:
“Con cierta frecuencia, la idea que uno tiene de la utopía es la pesadilla antiutópica
de otro. Pensemos que un día nos despertamos y vemos que todos los aspectos de
nuestra vida se han convertido en algo que se compra y se vende, que nuestra vida
misma es la experiencia de compra definitiva.
La característica distintiva del capitalismo moderno es la expropiación de diversos as-
pectos de la vida para convertirlos en relaciones comerciales. La tierra, el trabajo hu-
mano, las actividades productivas y las sociales que en otros tiempos se producían en
el seno familiar han ido entrando en el mercado y se han convertido en mercancías.
En la medida en que el comercio se desarrollaba mediante transacciones discretas en-
tre compradores y vendedores, el proceso de mercantilización se veía limitado en el
tiempo y en el espacio, ya fuera por la negociación y la transferencia de los bienes, ya
por el tiempo que se tardaba en la realización de los servicios. El tiempo restante per-
manecía fuera del mercado y no entraba en consideraciones mercantiles.
Sin embargo, en la economía emergente del ciberespacio, las fuerzas de esa economía-
red arrastran todo el tiempo restante y lo incorporan a la órbita comercial, convirtiendo
cada institución y a cada individuo en un cautivo de una comercialidad omnipresente.
La era del acceso se define, principalmente, por la mercantilización creciente de cual-
quier experiencia humana. Las redes comerciales de todo tipo y naturaleza tejen una red
en torno a la totalidad de la vida humana, mercantilizando toda experiencia de vida.
En la era del capitalismo de la propiedad, lo más importante era la venta de los bienes
y los servicios. En la economía del ciberespacio, la mercantilización de los bienes y
los servicios resulta algo secundario con respecto a la mercantilización de las relacio-
nes humanas. Mantener la atención de los clientes en el nuevo y veloz ritmo del en-
torno constantemente cambiante de la economía-red significa controlar tanta parte
de su tiempo como sea posible.
Al cambiar unas transacciones mercantiles discretas y limitadas en el espacio y en el
tiempo por unas relaciones mercantilizadas que se extienden en el tiempo de manera
ilimitada, la nueva esfera comercial se asegura que una parte cada vez mayor de la
vida diaria se vincule a la cuenta de resultados.”
J. Rifkin (2000). La era del acceso. La revolución de la nueva economía (págs. 137 y sig.).
Barcelona: Paidós. 1997.