tradicionales que hoy dominan la imagen (televisiones, productoras, estudios,
empresas de comunicación). La palabra escrita posiblemente continuará sien-
do el elemento base de la dimensión comunicativa de Internet. ¿Por qué? En
primer lugar, porque ahora todos desean producir y colocar información en
Internet, pero no todos tienen los mismos medios a su disposición. Y luego,
porque la palabra escrita es una tecnología inductora de mayor privacidad que
la imagen y permite gestionar mejor las diferencias culturales y la distancia.
La pregunta no respondida por Ramonet y también abordada por Umberto
Eco (1996) es saber cómo irá evolucionando la relación entre imagen y texto
cuando los propios nuevos medios de comunicación busquen soportes tecnoló-
gicos comunes y promuevan la interdependencia, por ejemplo a través del uso
de chats y correo electrónico en los talk-shows en televisión, y cuando las pági-
nas web de las televisiones permitan la visualización en tiempo real de sus cana-
les (pero éste es un análisis sobre el que volveremos en los próximos capítulos).
La argumentación en torno a la idea de cultura de simulación también puede
ser cuestionada en función de un análisis más exacto de la profusión de los
géneros televisivos de entretenimiento en el que se promueve no la actuación
pero sí el ser uno mismo, recrear el yo ante las cámaras y no simular el yo, aun-
que esto implique el rechazo de la reserva y de la privacidad. (Eco 2000a).
Pero tal vez es más contundente en la crítica a la lógica de la simulación la
propia representación de la identidad en Internet a pesar de que algunos auto-
res como Sherry Turkle (1997) muestren una asociación entre la existencia de
una cultura de simulación y la creación de comunidades virtuales y, por tanto,
de un espacio de conocimiento del yo y del otro, de simulación y aproximación
a las verdaderas identidades que constituyen el espacio social. El análisis empí-
rico ha demostrado que tanto la creación de páginas personales (Cheung 2000)
como la comunicación mediada por ordenador vía chats y correo electrónico
siguen esencialmente modelos de expresión de identidad basados en categorí-
as de información personal que van desde la descripción de la personalidad de
su autor hasta su posicionamiento sobre temas personales, sociales, culturales,
políticos y enlaces a páginas consideradas interesantes por éste o dentro del
ámbito de sus intereses y posiciones (Paquete de Oliveira et al. 2000).
También aquí la información sigue un patrón mas acorde con la expresión
de los múltiples componentes de las diferentes categorías de pertenencia social
© Editorial UOC 71 Las múltiples dimensiones de la sociedad en red
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