El efecto Strange Love, encarnado por Peter Sellers en el personaje de un cien-
tífico nazi emigrado a América en los años sesenta, empeñado en su lucha con-
tra el comunismo, combina una tecnología informatizada con líderes corrup-
tos o estúpidos que luchan con armas de destrucción masiva. Esta alianza retra-
ta una conspiración en la que los propios involucrados son engañados o bien
están locos. Militares y miembros del gobierno experimentan nuevas armas
asociadas a ordenadores avanzados que ponen en peligro a la sociedad y cau-
san siempre una gran destrucción.
Por último surge el efecto Star Trek; aquí no se trata del presente o de un
futuro próximo distópico (como en el caso de “2001 Odisea en el espacio”,
también de Stanley Kubrick, una adaptación de una novela de Arthur C. Clark)
sino sobre todo del futuro remoto y de la vivencia de una utopía a través de la
tecnología. En la serie protagonizada por el Capitán Kirk y Mr. Spock se vive
una utopía de máquinas útiles, en armonía entre razas (terrestres) y especies
(miembros de la federación), donde la guerra entablada con Klingons o
Romulanos tiene siempre como final la firma de un tratado de paz en el que la
federación instaura un gobierno sin clases donde la producción industrial (y
sus consecuencias ambientales) es invisible, no hay señal de una economía
monetaria vigente y todo el mundo comparte valores y estructuras sociales
liberales y democráticas.
Esta identificación de efectos asociados a la producción cultural sobre la tec-
nología nos es particularmente útil para comprender las aportaciones contem-
poráneas de la producción cultural denominada “Cyberpunk”. La palabra clave
que define este género cultural de ciencia ficción es hibridación. En el
“Cyberpunk” se mezcla alta y “baja” cultura, tecnología punta con el aspecto
visual de basura, en el estilo literario de una novela se incorporan elementos
centrales de crítica social y política, llegando a veces al intento de creación de
una dimensión filosófica, siempre con el objetivo de imaginar lo inimaginable,
la búsqueda del límite de la ficción. El origen del “Cyberpunk” se sitúa de este
modo en un conjunto de movimientos de contracultura y cultura de masas en
que, partiendo de los modelos de ficción tradicional, se asocia el modelo de his-
torias de detectives con un estilo de vanguardia, buscando un escenario inspi-
rado en las novelas de terror, situando la acción siempre en espacios hiperur-
banizados en los que la música rock y alternativa se combinan con la cultura
© Editorial UOC 65 Las múltiples dimensiones de la sociedad en red
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