Estas personas, que habitan el espacio de lugares y no participan en el espa-

cio de flujos, no tienen control alguno sobre las inversiones ni la formación

necesaria, quedando “superadas” por el poder de los flujos globales del capital.

No podrán siquiera negociar con sus empleadores porque éstos tienen los

medios para cambiar las ubicaciones donde realizan sus operaciones, recorrer a

externalizaciones o contratar trabajadores de otros lugares.

Esta dualidad, denominada por Castells “condición de esquizofrenia estruc-

tural”, supone una perturbación general en las culturas más diversas a nivel

mundial, provocando crisis de identidad en estos espacios definidos geográfica

e históricamente.

Para Castells la “encarnación” de la identidad de legitimación en nuestras

sociedades contemporáneas, el estado, se encuentra en una situación de pérdi-

da de poder. Así y todo resalta que, aunque ve como disminuye su poder, ello

no se refleja directamente en su capacidad de influencia. Esta pérdida de poder

proviene de su pérdida de soberanía, fruto de la globalización de las activida-

des económicas estratégicas, de los medios de comunicación, de las comunica-

ciones y también de la globalización del crimen y de la supervisión militar o

paramilitar.

El ejemplo más obvio de esta pérdida de soberanía se encuentra en los mer-

cados financieros, que en los años 80 crecían más allá de la capacidad de con-

trol de cualquier banco central, lo cual llevó a la necesidad de interconectar las

monedas nacionales e implicó a su vez la coordinación financiera, reduciendo

así el margen de maniobra de los gobiernos nacionales para formular su políti-

ca económica de modo independiente.

También según Castells, al vivir hoy en un mundo agitado donde el poder

ya no puede ser medido únicamente en función de las estructuras físicas,

humanas y materiales que una determinada entidad tiene a su disposición, los

centros políticos así como económicos ven que su poder fáctico es puesto en

duda al verse obligados en ocasiones a negociar con otras fuerzas de menor

dimensión que actúan en red. Es el caso de los zapatistas y el gobierno mejica-

no o el de grupos ecologistas como Greenpeace y los gobiernos de los países

más desarrollados.

Sin embargo, el estado continúa desempeñando un papel fundamental,

pues es la única entidad con legitimación bajo la cual es posible crear los meca-

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