tral de una nueva forma de organización social, en la que la producción de la

información así como su procesamiento y transmisión se transforman en fuen-

tes principales de productividad y de poder en virtud de las nuevas condicio-

nes tecnológicas que emergen en el período actual de la historia.

Al usar el adjetivo informacional, Castells busca establecer un paralelismo

con la distinción entre industria e industrial. Al igual que una sociedad indus-

trial no es solamente una sociedad donde hay industria sino una “sociedad en

la que las formas sociales y tecnológicas de la organización industrial penetran

en todas las esferas de la actividad” (Castells 2002), también debemos estable-

cer una distinción analítica entre sociedad de la información y sociedad informa-

cional. La sociedad informacional es pues el producto de un determinado con-

texto histórico que abarca las tres últimas décadas del siglo XX.

En la formulación propuesta por Castells, el análisis del cambio social que

nos permite deducir el surgimiento o no de una nueva estructura social, sufi-

cientemente diferenciada de las anteriores, se basa en la detención de transfor-

maciones estructurales en las relaciones de producción, poder y experiencia.

Son estas transformaciones las que según Castells conducen a un cambio signi-

ficativo de las formas sociales del espacio y el tiempo y al surgimiento de una

nueva cultura.

La argumentación es poderosa y posiblemente la que permite encontrar un

punto de partida que apunte directamente a las cuestiones a plantear, identifi-

cando un modelo explicativo de los cambios en las diferentes dimensiones,

pero sin prejuzgar y anticipar el futuro que se está construyendo. De este modo,

nos da un grado de autonomía de análisis para intentar captar los cambios en

curso a nivel de las diferentes sociedades (pues no todas las sociedades se

encuentran en el mismo punto de desarrollo ni son idénticas en términos cul-

turales, económicos, políticos y sociales) o bien explorar en mayor profundidad

algunas de las dimensiones surgidas de por sí, como es el caso del papel de los

medios de comunicación.

La sociedad informacional es pues correlativa a una reestructuración del capi-

talismo, cuyas características más destacadas son la globalización de las princi-

pales actividades económicas, la flexibilidad organizativa y un mayor poder por

parte del empresariado en sus relaciones con los trabajadores. Dicha reestructu-

ración sólo es posible en las dimensiones enunciadas en el párrafo anterior por

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