© Editorial UOC 543 Conclusión
bién en el modelo de contenidos ofrecidos por los portales, donde la calidad
del contenido se define como lo que mantiene a los usuarios en el sitio web
y sólo colateralmente el cumplimiento de objetivos socialmente compartidos
y el mérito intelectual o artístico. En el modelo practicado en los portales, la
integridad editorial de la información prestada no es la dimensión central del
acto de informar ni tiene por qué ser producto de las capacidades creativas
y analíticas frente a la información periodística. El contenido informativo
puede ser cualquier cosa y no tiene que ser obligatoriamente el producto de
un especialista acreditado como periodista, como lo demuestran los blogs o el
periodismo ciudadano.
Las noticias cambiaron, aunque no radicalmente, pues en los portales han
dado pie a la coexistencia de noticias y contenidos informativos y en los medios
de comunicación de masas a la opción entre modelos de popularización perio-
dística y de referencia. De este modo conviven varios tipos de información
producidos según diferentes criterios, con objetivos diferentes y sirviendo a
nuestros intereses y gustos también de un modo diferente.
El resultado práctico de este cambio para la gestión de la ciudadanía en su
relación con las noticias ha sido la aparición de un nuevo entorno de clasifica-
ción de la experiencia y de espejo de la realidad que introduce nuevas nociones
de actualidad, relevancia y fiabilidad.
Sin embargo, si estas son las nuevas condiciones de la gestión de la ciudada-
nía, también es cierto que surge una nueva paradoja en nuestras sociedades.
Hoy, algunos pocos que usan el espacio simbólico de la mediación ofrecido
por los medios de masas y de comunicación interpersonal pueden hacer frente
a los más fuertes y triunfar en sus objetivos. Pero al mismo tiempo, los que
tienen esa combinación de alfabetizaciones son hoy también proporcional-
mente menos que los que en épocas anteriores se involucraban con éxito en
movilizaciones de masas, en luchas y protestas ciudadanas no mediadas. En
esas condiciones, la educación formal y la experimentación informal de los
medios de comunicación desempeñan un papel fundamental en nuestra socie-
dad pues sólo ellas pueden garantizar la ampliación del número de quienes
ejercerán la plena ciudadanía en sus múltiples dimensiones, de la ciudadana
a la económica, y consecuentemente al desarrollo social y económico de sus
sociedades.