© Editorial UOC 540 Los medios de comunicación en la sociedad en red
Escaparates, filtros, noticias y ciudadanía
Nuestras prácticas de participación y el modo de utilizar los diferentes
medios de comunicación configuran una ciudadanía que se puede denominar
ciudadanía entre escaparates, filtros y noticias.
En una sociedad dónde la mediación desempeña un papel esencial, la ges-
tión de la ciudadanía no está únicamente asociada a la concretización de una
determinada acción o toma de posición. En cambio, la mayor parte del tiempo
nuestro uso del espacio de mediación no está asociado a prácticas con objetivos
concretos y previamente definidos, por lo que está esencialmente constituida
por prácticas que combinan el mirar, escuchar, leer y observar, juntando infor-
mación para procesarla y transformarla en conocimiento. Nuestras prácticas
con la televisión e Internet se parecen mucho más a “ver escaparates” que a “ir
de compras”. Del mismo modo que navegamos la a menudo por Internet sin
objetivos concretos, también nuestra visualización televisiva está más dirigida
por el descubrimiento de lo que “están dando” que por el programa o serie en
concreto que seguimos, produciendo así fenómenos como el zapping.
La participación ciudadana en las sociedades de la información implica más
allá de nuestras relaciones sociales no mediadas un conocimiento ampliado de
la realidad mediada. Ese conocimiento es una suma de muchos intereses seg-
mentados (y diferentes entre sujetos) que se constituye como principio básico
de la gestión de la ciudadanía. Solamente a través de esa experimentación libre
y sin orientación previa, de lectura de periódicos, de ver televisión, de navegar
por Internet, de escuchar la radio, de experimentar las funciones de los SMS
del teléfono móvil se obtienen las condiciones necesarias para la alfabetización
informacional necesaria para cada uno para afirmarse en las diferentes esferas
de la ciudadanía y alcanzar sus objetivos de autonomía. La ciudadanía en la era
de la información también se juega entre escaparates porque sólo sabiendo lo
que contienen podemos escoger lo que queremos.
Tradicionalmente, los filtros siempre han acompañado nuestra experiencia,
dándonos las bases para su clasificación. Ello es cierto en cuanto a las edito-
riales de libros, revistas, música, cine y juegos, las direcciones de programas
de televisión y radio pero también periodistas, editores, iglesias, instituciones
científicas, etc., entidades y personas que tienen la función de filtrar y reorga-