creando las condiciones para el surgimiento de una acción colectiva en sep-

tiembre de 1999.

Los medios de comunicación de masas tradicionales constituyen el medio a

través del cual la mayoría de los ciudadanos establece contacto con el ámbito

político. No sólo son algunos problemas sociales a menudo el resultado de la

asimilación e interpretación por parte de los medios de comunicación de deter-

minadas situaciones sino que también los hacen visibles o, si lo preferimos,

mediatizan ciertos hechos, incluyéndolos en la agenda política, creando nuevos

modos de discurso y cambiando el propio ámbito político (Neveu 1996, Crook

et al. 1992, Gibbins et al. 1999).

Aunque que los medios de comunicación se hayan convertido en un ins-

trumento al que los movimientos sociales no pueden renunciar para llegar a

simpatizantes potenciales, su uso también provoca problemas específicos.

En primer lugar condiciona la matriz discursiva del movimiento si éste

pretende tener cobertura mediática (Garner 1996). En segundo lugar, dado el

abanico de temas preferidos por los medios de comunicación y el elevado nivel

de competencia por la mediatización en un espacio limitado, la acción de los

movimientos asume a menudo el carácter de performances emocionales (Neveu

1996, Tarrow 1998, Touraine 1981).

Por tanto, los movimientos sociales tienen que gestionar estrategias de infor-

mación para atraer la mediatización que necesitan para movilizar el apoyo y

la interacción con los poderes públicos y políticos. Es en ese ámbito donde el

movimiento por Timor presenta características más bien atípicas en movimientos

sociales, sobre todo el modo en que consiguió llamar la atención de la prensa,

televisión y radio. En este caso, las estrategias fueron muchas veces creadas y arti-

culadas por los propios medios de comunicación e idealizadas por periodistas.

Para comprender mejor la verdadera importancia de los medios de comuni-

cación en todo este proceso hace falta atender una vez más a las especificida-

des estructurales y al contexto de oportunidad política nacional en cuyo seno

surgió el movimiento.

A pesar de estar integrado en la Unión Europea, Portugal es un país con

influencia diplomática media en el escenario internacional al que no era posi-

ble el envío de fuerzas militares a Timor debido a varias limitaciones institu-

cionales, lo cual era de dominio público hacía mucho tiempo dada la cobertura