© Editorial UOC 504 Los medios de comunicación en la sociedad en red
zando los medios de comunicación de masas e Internet para alcanzar sus
objetivos.
A raíz del inicio de un proceso de independencia de Portugal después de la
revolución de 1974, Indonesia invadió el territorio de Timor Oriental –situado
al norte de Australia y con frontera terrestre con la República de Indonesia– en
septiembre de 1975.
Durante los veinticuatro años siguientes se produjo una ocupación ilegal
del territorio timorés y se libró una larga guerra con el pueblo maubere, con las
FALINTIL (Ejército de Liberación Timorés) y su líder, Xanana Gusmão.
El 30 de agosto de 1999 se celebró un referéndum en la antigua colonia
portuguesa de Timor Oriental bajo los auspicios de Naciones Unidas. Los cua-
trocientos mil ciudadanos que tomaron parte en él rechazaron con un 78,5% la
propuesta de autonomía presentada en esa consulta, abriendo el camino hacia
la independencia del territorio.
Poco después de conocerse los resultados se desató una ola generalizada de
violencia que causó la muerte de miles de personas en Timor Oriental.
Al mismo tiempo, los ciudadanos que intentaban actuar en Portugal en
defensa del pueblo maubere desarrollaron un movimiento social sin parangón,
solamente comparable a los sucesos durante los años que siguieron a la revolu-
ción de 1974 y al regreso a la democracia en Portugal.
El período entre el 4 y el 20 de septiembre de 1999, de intensa actividad
diplomática por parte del gobierno portugués, también contempló sobre todo
acciones de solidaridad y fomento de la defensa de los derechos humanos en
Timor, en un amplio movimiento social de proporciones nacionales.
Quien visitó Portugal durante esos dieciséis días asistió a expresiones de
participación ciudadana en las calles, donde se realizaron las formas más crea-
tivas de protesta. Desde murales pintados hasta manifestaciones diarias ante
las embajadas de los países de Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad en
Lisboa, el uso de ropa blanca, coches con banderas blancas y mensajes escritos
de apoyo llenaron el día a día de los portugueses.
En una de las muchas iniciativas el país paró de forma directa o indirecta
durante tres minutos y también fueron arrojadas flores a los ríos.
En esas protestas, así como en otras actividades durante ese mes, los medios
de comunicación de masas tradicionales –radio, televisión y prensa– hicieron