© Editorial UOC 499 Medios de comunicación, movilización y protestas
Sus participantes tenían opiniones contrarias sobre cuál debería ser el futuro
de RTP, aunque eran mayoritariamente a favor de RTP y contra el gobierno.
La visión de los canales de televisión y la lectura de noticias y artículos de
opinión en los periódicos les hizo comprender que, más que una disputa entre
fuerzas políticas con su número de diputados o comisiones parlamentarias, lo
que sucedía era una guerra de opinión protagonizada por diferentes ministros,
diputados, periodistas y columnistas. De ahí que la mejor forma de participar
fuese percibida como la protesta a través de la expresión de opiniones, recu-
rriendo a recogidas de firmas pero también a foros de opinión online.
El hecho de que los periodistas abandonaran temporalmente la producción
de noticias, pasando a producir fragmentos con formato periodístico de noticia
pero con contenido de opinión, facilitó también la adopción generalizada de
la opinión como forma de protesta e intentar influenciar el resultado final de
la posición del gobierno.
Aunque esta protesta no pueda ser tipificada como movimiento social, en
cierto modo vio sus objetivos cumplidos, dado que a pesar de proceder a una
reestructuración profunda de RTP, el gobierno no la cerró ni cambió visible-
mente la carta de objetivos, delineando lo que debe ser el papel del servicio
público de televisión.
Lo que los participantes en esta protesta de opinión obtuvieron fue un
refuerzo del servicio público pues transmitieron el mensaje de que las audien-
cias quieren un servicio público, incluso si después no lo ven con tanta regu-
laridad, otorgándole una importante función en el panorama audiovisual.
Finalmente, también obtuvieron una RTP más próxima a la práctica de servicio
público que la que existía en 2002.