interconectando todos los nodos del ejercicio de poder en la sociedad en red,
sigue siendo una tecnología minoritaria en términos de acceso, sino también
porque las identidades en la vida cotidiana necesitan tener su existencia en el
espacio audiovisual que Internet no nos ofrece.
Ni la televisión ni Internet por sí solas, pueden asegurar y permitir la gestión
de la autonomía individual ola participación social.
Tal vez es eso lo que los ciudadanos y también las instituciones han descu-
bierto a través de la experimentación personal a lo largo de la última década.
La apropiación social de las tecnologías de la información y comunicación en la era
de la información se caracteriza por la interconexión entre ellas mismas en red.
En la sociedad en red, el éxito del ejercicio de la ciudadanía depende de la
interconexión en red entre los diferentes medios de comunicación, pero tam-
bién del dominio individual de los conocimientos necesarios para interactuar
con las herramientas de mediación, ya sean las que nos dan acceso a la informa-
ción o las que nos permiten organizar, participar e influir en los acontecimien-
tos y las decisiones.
Este es el poder de los medios de comunicación, en última instancia, el poder
otorgado para oír, hablar y ser oído (Silverstone 1999), el poder que otorgan para
permitir a los ciudadanos en sus diferentes papeles acceder al espacio simbólico
producido por las tecnologías de mediación y, por ende, para poder hacer uso
de éstas en la construcción de su autonomía individual y colectiva: el poder de
la mediación. Para Silverstone (1999), dicho poder es el poder de crear significa-
dos, persuadir, prescribir y reforzar; de guiar la reflexión y la reflexividad; de
enfocar e informar; de contar y articular memorias; de presentar, revelar, expli-
car; de dar acceso y participación; de oír, hablar y ser oído. Pero se trata asimis-
mo de un poder limitado, pues también depende del contexto donde se ejerce.
Es decir, aunque los medios de comunicación posean el poder para influenciar
(y cambiar) procesos políticos, económicos y sociales y cambiar la balanza del
poder, éste les es igualmente negado por el estado, el mercado, los públicos resis-
tentes o proactivos, los ciudadanos y los consumidores (Silverstone 1999).
Como hemos visto, el ejercicio del poder de mediación ocurre en un determi-
nado marco de un sistema de medios de comunicación organizado en función
de las interdependencias entre diferentes tecnologías de mediación con diferen-
tes orígenes históricos y diferentes lógicas de apropiación (Livingstone 1999).
© Editorial UOC 49 Los medios de comunicación en la sociedad en red
01-50 Intro 19/5/10 20:26 Página 49