© Editorial UOC 472 Los medios de comunicación en la sociedad en red
Si esa lógica de red creada entre diferentes espacios de mediación constituye
una novedad, lo mismo puede decirse de los cambios en curso en la naturaleza
de la participación ciudadana, que ha cambiado sustancialmente a lo largo de
las últimas décadas.
Por ejemplo, la adhesión no es un parámetro adecuado más para medir
el nivel de participación en una determinada sociedad civil u organización.
El compromiso se mide menos en términos de ideología y procesos políticos
formales (Cammaerts et al. 2003). Además, las grandes causas de carácter
estructural y emancipatorio ya no son los únicos motivos para implicarse. Así,
los temas más cercanos a casa (al lugar) u orientados hacia asuntos concretos
(derechos de los animales, medio ambiente, abuso de niños, etc.) o incluso
temas vinculados con lo que Giddens llama Life-Politics (1997) han venido
ganando ascendente en la implicación de la población (Cammaerts et al.
2003).
También en cuanto a estrategias se producen novedades en el panorama
de la participación. Por ejemplo, mientras algunas organizaciones y movi-
mientos sociales procuran explícitamente influir en la política a través de
lobbying, relacionándose directamente con partidos políticos, muchas otras
se desvinculan de esa relación directa con la política representativa formal
y prefieren hacer política a través de la acción directa, cambio de valores,
estilos de vida alternativos o el desarrollo de contrapoderes (Cammaerts et
al. 2003).
En este contexto de cambio en el sistema de medios y la naturaleza de la
participación ciudadana, ¿cuál es el atractivo de Internet para su apropiación
por organizaciones ciudadanas y movimientos sociales?
Scott y Street (2001) indican cuatro razones por las cuales Internet es atrac-
tivo para los movimientos sociales. La primera reside en que Internet permite
la mesomovilización, es decir, la coordinación entre movimientos que permite
una conexión en cruzando fronteras y sin recurrir a una fórmula jerárquica
transnacional.
La segunda razón es que Internet permite elevados impactos sin requerir gran-
des recursos. La tercera razón está unida al control editorial que las organizaciones
tienen sobre el contenido y las comunicaciones externas. Por último, Internet
permite eludir el control del estado y comunicarse en un entorno seguro.