© Editorial UOC 418 Los medios de comunicación en la sociedad en red
Resulta de un proceso de transformación más amplio de la economía, cul-
tura y sociedad que se ha manifestado a lo largo de las últimas décadas y que
puede caracterizarse en un contexto global de surgimiento de una era de la
información potenciada por las tecnologías de la información y comunicación
pero también por las propias fragilidades de los actuales procesos, instituciones
y agentes políticos a la hora de dar respuesta a las preocupaciones de los ciu-
dadanos (Castells 2003).
Ante estas transformaciones las sociedades democráticas se encuentran en
una fase de reevaluación de sus propias prácticas políticas que les presenta
señales de crisis de legitimidad del estado, la democracia y la participación
de los agentes individuales y colectivos en un escenario general de cambio
del propio sistema político. Éste último ha experimentado asimismo una
ampliación de sus competencias y esferas de influencia, llevando a varios
actores a hablar de un modelo en red del sistema político que engloba las rela-
ciones entre gobiernos e instituciones globales, el gobierno (a nivel local,
regional y nacional), otras instituciones reguladoras, las organizaciones de
la sociedad civil, las corporaciones y los ciudadanos individuales (Dijk 2000,
Castells 2003).
El fin del siglo XX y el principio del XXI es una época en la que conviven
fenómenos contradictorios (Giddens 2000, Castells 2003). Para visualizar esa
noción, Giddens (2000) señala cómo el desarrollo de las comunicaciones a
nivel global potenció el desarrollo democrático de los regímenes políticos en
Europa, América Latina, África y Asia al mismo tiempo que contribuye a limitar
el alcance de esas mismas estructuras democráticas.
En un contexto de globalización, la economía capitalista mundial, también
basada en esa lógica de comunicación en redes globales, introduce procesos de
deslocalización de los centros o nodos de poder, gestionados hasta entonces a
través de los centros políticos, los estados (Lyon 1992).
En consecuencia, los estados pierden parte de su poder de control de la polí-
tica monetaria y presupuestaria, lo cual resulta a su vez en una disminución
del poder de organización de su producción e intercambios y de atribución y
gestión de beneficios sociales.
A la par de esa pérdida de poder económico también se produce otro tipo
de condicionantes de la soberanía de los estados, en gran medida debido a la