denominación sociedad de la información se haya establecido como legitimación
del papel central de las tecnologías de la información y comunicación en nues-
tro día a día, ésta no deja de ser reductora ya que constituye sólo un ejemplo
entre distintos enfoques posibles.
Por ello hay que preguntarse si la denominación sociedad de la información
es la que mejor capta la esencia del cambio social introducido por la apropia-
ción de las tecnologías de la información y comunicación, recurriendo para
ello a la ayuda de autores que, como Frank Webster (1995), intentan establecer
la idea de la existencia de una corriente de pensamiento que se podría denomi-
nar teorías de la sociedad de la información, u otros como Peppino Ortoleva,
Majid Tehranian, Fausto Colombo, Anthony Giddens, Umberto Eco, Mark
Poster, Dominique Wolton o Manuel Castells que intentan estudiar en qué
medida la apropiación social de la comunicación e información parece estar
ligada al cambio social.
Entre los autores anteriormente mencionados, el análisis de Manuel Castells
(2002) sobre la sociedad en red constituye la línea central de orientación del aná-
lisis expuesto a lo largo de las próximas páginas. La propuesta de Castells nos
es particularmente útil porque, al contrario de otras, presenta elementos trans-
versales en su enfoque social, económico y político de las sociedades, al mismo
tiempo que confiere a este análisis una dimensión global, centrándose en dife-
rencias y similitudes entre poblaciones y lugares. La idea de sociedad en red
lleva también implícita una lógica de coexistencia y de no-sustitución inmedia-
ta. Es decir, las sociedades en red coexisten con las sociedades industriales, tal
como éstas han coexistido (y a veces aún coexisten) con elementos de socieda-
des de corte mayoritariamente agrario.
Dado que los medios de comunicación constituyen un instrumento de apro-
piación social, resulta también fundamental comprender la sociedad en la que
éstos se encuadran.
Aunque los modelos de organización social predominantes en un determi-
nado momento deban interpretarse en función de su aplicación en un deter-
minado contexto social, político, económico y cultural, también sabemos que
es cierto que la sociedad portuguesa comparte con otros países y naciones
características inherentes a una cierta modernidad (Costa 1998, Machado
1998).
© Editorial UOC 40 Los medios de comunicación en la sociedad en red
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