© Editorial UOC 384 Los medios de comunicación en la sociedad en red
La generación multimedia es la que sólo conoció la televisión a partir de 1992
como neotelevisión en una democracia consolidada y que tenía menos de 20
años en 2004.155
Entre esas dos generaciones encontramos en Portugal una tercera con carac-
terísticas de generación de transición: la que vivió la adolescencia entre la revolu-
ción y la normalización democrática de finales de los años 80.
Sus miembros son los que asistieron a la experimentación de la Paleo-TV en
la democracia y su lenta evolución hacia la neotelevisión. Presentan parecidos
con la generación iniciática en sus prácticas de disfrute televisivo, especialmen-
te en los contenidos, pero también están muy cerca de la generación multime-
dia en muchos campos.
La generación de transición nace entre 1967 y 1984, un período que corres-
ponde a grosso modo a la revolución democrática del 25 de abril de 1974, la
normalización democrática y el nacimiento del servicio público de televisión
concebido como entidad democrática. Vive su infancia y la mayor parte de la
adolescencia con un modelo de paleotelevisión pero sigue también los cam-
bios de programación y estilo que preparan el paso hacia la competencia en
el mercado televisivo y la experimentación de enfoques hacia modelos neote-
levisivos que en aquel momento estaban en fase de implantación en Europa
(1974-1991). A nivel internacional es la generación que crece durante los años
80, años de transición de una época de contestación social y crecimiento eco-
nómico a un modelo de globalización de corte liberal.
La generación de transición está constituida por los que conocieron la televi-
sión en su infancia y adolescencia entre 1974 y 1991 y que tenían entre 21 y
37 años en 2003.
Las diferencias entre las tres generaciones pueden interpretarse en función
de su división generacional de valores o de sus memorias y biografías frente a
la televisión, pero también frente a los medios de comunicación en general.
155. Un modelo de televisión donde según Ortoleva (2004) se pasa de una programación basada en
programas semanales a los diarios, donde también los programas matutinos y nocturnos asumen
una mayor preponderancia y el peso de los programas de conversación crece en relación con los
más “clásicos” (es decir, series, películas, documentales). En el ámbito de la producción de ficción,
las largas series por capítulos, anteriormente limitadas a espacios relativamente marginales y desti-
nados a los segmentos del público con un nivel educativo más bajo, asumen un papel dominante,
imponiéndose también géneros completamente nuevos como el videoclip musical.