© Editorial UOC 379 Medios de comunicación y ciudadanía
Las experiencias históricas de las que fuimos testigos durante la juventud
y los consumos culturales (libros, cine, televisión, cómics) disfrutados en esa
misma época se consideran de esta forma decisivos tanto para la formación de
la sensibilidad y los gustos de cada individuo, como para cimentar la experien-
cia que hace que un individuo se integre en una misma generación.149
Como demuestra Umberto Eco en su novela “La Misteriosa Fiamma della
Regina Loana” (2004), los medios de comunicación también se constituyen a
través de su producción cultural y los usos de ésta como memoria compartida
y traducción del espíritu generacional.
Haber vivido una serie de experiencias históricas y de consumo comunes
formando parte de una misma generación hace que los individuos, a pesar de
estar separados por muchas otras variables (como sexo, zona de residencia, nivel
educativo, etc.), compartan determinados valores y una mentalidad particular
(Gnasso 2003). El proceso de compartir determinados valores y la mentalidad
generacional están así íntimamente ligados a los procesos de domesticación de
los medios de comunicación.
El término domesticación aplicado a las tecnologías de la información y
comunicación se refiere al proceso de adopción de esas tecnologías a la vida
misma de las personas, particularmente en sus casas o en estructuras como
organizaciones (Ward 2003).
La domesticación enfoca el uso individual de los medios de comunicación y
la situación sociocultural donde ocurre. El concepto de domesticación sugiere
que la adopción de una tecnología en el día a día debe ser entendida como
forma de integración en una carrera o un determinado estilo de vida. El objeto
se insiere en patrones preexistentes del día a día y del uso de las tecnologías y
luego se sumerge en patrones sociales.
149. Cualquier generación se define en primer lugar como grupo de edad en relación a un periodo
histórico determinado. Según Mannheim (cit. en Hartmann 2003) una generación sólo puede vivir
de dos maneras, o convertirse en generación perdida an sich, es decir, pasar sin vivir experiencias
significativas de carácter histórico o social basadas en el tiempo y el espacio, o puede pasar por ellas
y convertirse en una generación real, una für sich. Sólo este último tipo de generación tieneuna
conciencia colectiva y consecuentemente un gran impacto en la sociedad. Aspectos igualmente
importantes para la formación de una generación son el acceso innovador a recursos culturales y
la creación de un estilo propio generacional (Winkels, 1997 cit. en Hartmann 2003).