© Editorial UOC 331 La masificación de la experiencia de Internet
Internet es sobre todo un espacio de publicación de primera mano aunque
hasta cierto punto se encuentre también aquí un tratamiento analítico y orga-
nizado de los hechos.
Toda la lógica inherente al proceso histórico, es decir, la definición estricta
de hechos históricos como significativos, entendido como materia de valor y
no de verdad que acompaña a la selección de lo que es académico o editorial-
mente aceptable y, consecuentemente, publicable en libro, no forma parte de
las reglas de publicación en Internet.
¿Qué tipo de memoria es producida por los medios de comunicación en
general y cuáles son las particularidades de la memoria creada por Internet?
La respuesta a esa cuestión es importante ya que la autonomía comunica-
tiva de los sujetos sociales no se construye únicamente en torno a la infor-
mación y noticias de actualidad o sobre la perspectiva de una determinada
evolución.
La autonomía comunicativa se construye también en función del acceso a
noticias e información sobre el pasado muy reciente (como la semana anterior)
o histórico (desde milenios atrás hasta nuestro siglo).
Para Umberto Eco hay tres tipos de memoria. La primera es orgánica, es
decir, hecha de carne y hueso y gestionada por nuestro cerebro. La segunda
es mineral, y de este tipo de memoria la humanidad conoce dos ejemplos: la
memoria representada por placas de barro y obeliscos de piedra hace algunos
milenios, pero es también mineral la memoria de los ordenadores, hecha de
silicio. Conocemos también un tercer tipo de memoria, la vegetal, representa-
da por los primeros papiros y los libros hechos de papel. Aquí abordaremos la
memoria mineral proporcionada por Internet.
Pero ¿qué es la memoria? ¿Y por qué insistir en esa dimensión para caracte-
rizar la formación de la autonomía comunicativa?
Para Roger Silverstone (1999), memoria es lo que se realiza a través de la
recogida con o sin tranquilidad a través del testimonio oral y el discurso com-
partido. Es cuando las relaciones privadas del pasado se juntan para dar origen
a una lectura pública, ofreciendo una visión alternativa de la realidad presente
en los registros oficiales académicos o en los archivos históricos.
Durante la mayor parte del tiempo ni siquiera tomamos conciencia de
utilizar la memoria. Todos nuestros hábitos, conocimientos e información,