© Editorial UOC 330 Los medios de comunicación en la sociedad en red
Medios de comunicación, memoria y filtros
Llego a los campos y vastos palacios de la memoria donde están los
tesoros de innumerables imágenes traídas por percepciones de toda la
especie. Allí también se halla escondido todo lo que pensamos, tanto
aumentando como disminuyendo o hasta variando de cualquier manera
los objetos que los sentidos alcanzaron. En fin, yace ahí todo lo que se
les entregó y depuso, si es que el olvido todavía no lo ha absorbido y
sepultado.
(....) Quién podrá explicar la manera como ellas se formaron, a pesar
de conocerse ¿por qué sentidos fueron recogidas y escondidas en el inte-
rior?...
San Agustín, El palacio de la memoria, Confesiones, Libro X.
En el punto anterior hemos señalado en referencia a la accesibilidad de la
información la ilusión asociada a la comparación entre Internet y biblioteca,
pero la metáfora de la biblioteca encierra en otra ilusión.
Y es que una biblioteca es un espacio donde se encuentra el registro de la
memoria de la humanidad, fijada en la historia. En cambio, Internet es un
espacio de elección para la memoria no histórica: memoria de acontecimientos,
personas, ideas, memoria social. Ello ocurre porque dado que la publicación es
mucho más fácil en Internet que en los procesos editoriales tradicionales, las
visiones de los acontecimientos también son mucho más diversas.132
132. Como sugiere Heilidhe (2000), las características clave de Internet son la descentralización del
poder e el subsiguiente empoderamiento del individuo, especialmente a través de la posibilidad
de autopublicación y la expresión individual de opiniones. La industria cultural ha desarrollado
tradicionalmente un conjunto de reglas que deberían ser cumplidas por los autores antes de su
publicación. Aunque Internet permita la publicación a cualquiera, el crecimiento exponencial de
documentos en la red también significa que no todo lo que se publica será leído por alguien, pues
una vez publicada la información tendrá todavía que ser encontrada. Internet depende de los bus-
cadores para estructurar los miles de documentos colocados online a diario (Heilidhe, 2000). Frente
a la complejidad el ciudadano común aprecia la ayuda en la elección y dado que los buscadores
presentan a menudo miles de respuestas al usuario, surge la necesidad de encontrar procesos de
jerarquización de la información proporcionada por el buscador.