© Editorial UOC 316 Los medios de comunicación en la sociedad en red
dos de esas estrategias para determinar qué es hoy Internet y cómo esa transfor-
mación puede influir en la gestión de la autonomía comunicativa de los sujetos.
A lo largo de los últimos años hemos asistido a grandes fusiones entre
empresas de comunicación (como Time Warner) y empresas de Internet (como
AOL) así como a acuerdos estratégicos o compras de empresas de contenidos.
Esas alianzas económicas han tenido lugar a escala mundial, a menudo
juntando empresas que actúan en diferentes continentes (como el caso de la
española Telefónica y Portugal Telecom en el mercado brasileño de telefonía
móvil con VIVO), suponiendo un fenómeno fundamental para comprender lo
que hoy es Internet.
Los grupos multimedia son el resultado de esos procesos de integración ver-
ticales y de procesos de extensión de productos. Los primeros interesan sobre
todo al vídeo (es decir, a la unión entre empresas que producen y distribuyen
películas de vídeo y DVD a la televisión) y el segundo modelo es interesante
para todos los ámbitos y puede distinguirse entre los procesos de extensión de
contenidos (es decir, entre empresas que realizan productos de valor cultural o
de entretenimiento) y los procesos de extensión en el ámbito de la información
(entre empresas que realizan productos de valor informativo).
El sector de los medios de comunicación se suele caracterizar por costes
de producción muy elevados en comparación con el coste de reproducción
(Perreti 2000). En los sectores que presentan esa particularidad, el precio de
venta de los productos no está correlacionado con el coste de producción sino
con el valor que cada consumidor está dispuesto a pagar por su consumo. La
estrategia asociada a esa estructura de costes se basa en la diversificación de
productos y mercados, por lo que cuando su suma cubre la inversión en la pro-
ducción se obtienen beneficios. De ahí que esa lógica favorezca la integración
vertical (Perreti 2000).
Pero esa integración ocurre de forma diferenciada en segmentos culturales
e informativos. Los procesos relativos a los contenidos están influenciados por
la posibilidad de que un mismo producto pueda ser transformado para varios
mercados.
El ejemplo típico es el libro, que puede dar pie al argumento de una pelí-
cula, un disco de banda sonora e incluso un videojuego, un sitio de Internet o
merchandising diverso.