do por los periodistas para su stand-up o las conexiones con el exterior, la ges-

tión del espacio en el estudio, la forma que el presentador tiene de interpretar

su papel, la alineación, todo es espectáculo junto con las noticias y sus imáge-

nes” (Mazzei 2002, pp. 54-55).

Esa espectacularización no es objetivamente negativa pues en ella reside el

valor añadido de la televisión. Cuando se ve un telediario en la televisión espe-

ramos visualizar, al igual que nos hemos habituado desde la infancia, una

unión entre texto, sonido e imagen que ningún otro medios de comunicación

nos podía ofrecer antes de la aparición de Internet.

El primer objetivo del telediario es ser visto, de modo que debe captar la

atención de los espectadores desde el primer momento de la transmisión. La

primera llamada de atención al público (y la que se mantiene a lo largo de la

emisión) es el escenario. Éste se supone la imagen del telediario, que funciona

como manera de presentarse ante su público.

Telejornal de RTP1, el principal canal público portugués, se asocia fácilmen-

te con “una ventana hacia el mundo”, un lugar de acceso a la información,

como un mediador que hace inteligible al espectador lo que es noticia en

Portugal y en el mundo y lo que hace falta saber. En los dos canales existe una

asociación entre los escenarios y el color del canal: el de RTP1 es azul y el de La

2 es verde. Al contrario del servicio informativo del segundo canal público,

Telejornal de RTP1 se guía por la importancia que se le concede a la innovación

tecnológica.

Figura 5.4 Logotipo Telejornal RTP1 y 2 y escenario Telejornal RTP1

Fuente: Página Oficial de Rádio e Televisão Portuguesas (RDP y RTP).

El escenario del telediario es la propia redacción, de la cual destaca en pri-

mer plano la mesa donde se sienta el presentador. Esa mesa tiene una pantalla

incorporada donde se muestran imágenes fijas relacionadas con la noticia leída

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