en cuenta las prácticas de la audiencia pues como sugiere Silverstone (1999),
estudiamos también los medios de comunicación en un intento de caracterizar
la experiencia, entendida como nuestro movimiento en el espacio y el tiempo y
sus interrelaciones.
Estudiar los medios de comunicación es estudiar su aportación a la trama
general de la experiencia, pues nuestras distinciones y juicios se forman tam-
bién a través de los medios de comunicación. Éstos intervienen en la dialécti-
ca que se establece entre la clasificación que forma la experiencia y la experien-
cia que da forma a la clasificación (Silverstone 1999). De este modo, hace falta
comprender la tecnología y las nuevas formas de administrar la información y
comunicarla. ¿Cómo se articulan los deseos, influenciar y agradar, es decir, la
gestión y elección de los acontecimientos? ¿Cuáles son las nuevas formas de
realizarlos, transmitirlos y darles significado?
Lo que parece destacar del análisis expuesto hasta aquí es que si por un lado,
los medios de comunicación de masas –televisión, radio y periódicos– han
intentado mantener sus soportes de comunicación tradicionales en la dimen-
sión de la información (como la difusión analógica a través de la red hertziana
y el papel), también se han lanzado al mismo tiempo a conquistar nuevos espa-
cios de contacto con su público, cambiando las tecnologías de transmisión, es
decir, emigrando hacia lo digital y posteriormente buscando múltiples canales
de interactividad –desde el voto vía SMS o Internet pasando por la publicación
del resultado en el periódico en papel hasta la presencia online de la radio y la
emisión de televisión a los teléfonos móviles de tercera generación equipados
para recepción multimedia.
Por otro lado, han surgido apuestas editoriales –de índole más diversa– a
nivel de información online, unas asumiendo lógicas similares a las estrategias
adoptadas por los medios de comunicación de masas en su migración a
Internet, otras innovando, obteniendo éxito algunas y quedando muchas otras
por el camino, como las ciudades fantasma de las viejas películas del oeste ame-
ricano, los restos abandonados de sitios web.
El estudio de esa evolución debe centrarse asimismo en las prácticas de las
audiencias y no sólo en el análisis de la oferta.
© Editorial UOC 240 Los medios de comunicación en la sociedad en red
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