económicos y partidos sobre la orientación política de la prensa. (Rebelo
1997).83
A pesar de considerarse la escasa novedad del enfoque de Bourdieu, su apor-
tación debe ser entendida como crítica útil para discutir cuáles son las lógicas
de funcionamiento y cambio en el marco del sistema de medios y la clase perio-
dística, pero no debe interpretarse como explicación única y definitiva de la
complejidad de las relaciones en el ámbito del periodismo. Éstas deben tener
en cuenta la dimensión económica y profesional así como las dimensiones cul-
turales y sociales que tienen los medios de comunicación como centro y recur-
so de mediación (Heinonen 1999).
La preocupación de Bourdieu, como de tantos otros investigadores del
ámbito de los medios de comunicación, se centra en el hecho de que éstos
constituyen desde su aparición fuentes de información y formación de la opi-
nión pública (Alger 1998). En las sociedades contemporáneas, la capacidad de
difusión de representaciones de la realidad social está todavía más concentrada
en los medios de comunicación, por lo que no se puede ignorar la influencia
de los contenidos que éstos difunden (Miguel 1998).
A esa constatación se suma el hecho de que las propias categorías cognitivas
e interpretativas de las que dispone el individuo para asimilar las noticias son
también fruto directo o indirecto de la acción de los medios de comunicación a
través del moldeo individual de la percepción de la realidad (Silverstone 1999).
© Editorial UOC 223 ¿Ha cambiado Internet...
83. Como sugiere Rebelo (1997), aunque con una formulación que no coincide con la propuesta
de Bourdieu, la objetividad asume el cariz de una defensa a la que recurren los periodistas cuando
se enfrentan a acusaciones de parcialidad. Más que un acto de coherencia, la objetividad es una
ideología profesional. Los periodistas seleccionan hechos y sucesos que son noticia (desencadenan-
do con esa acción la ocultación de otros) por razones ideológicas, entendiendo la ideología como
un conjunto de valores y prácticas compartidas por un grupo determinado. La objetividad se refu-
gia en los principios reguladores de una clase profesional (los criterios periodísticos en los que se
asienta la selección y jerarquización de la información). La objetividad es fruto de un proceso his-
tóricamente determinado, asociado a la aparición del modelo de comunicación de masas basado
en la masificación de los públicos. De este modo, la objetividad está ligada a un modelo de prensa
de información (Rebelo 1997) en detrimento de una prensa de opinión (Habermas 1986). Para
Rebelo, la idea de la información exenta de subjetividad debe ser contextualizada considerando
que la realidad social es al mismo tiempo un repositorio a disposición de los productores de infor-
mación y un efecto de esa misma información, situándose el acontecimiento en el punto de con-
vergencia entre el suceso y la respectiva percepción por los periodistas, pues éstos son agentes de
mediación simbólica.
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