naron una nueva onda de actividades relativa al uso de plataformas electróni-

cas para la transmisión de noticias (Boczkowski 2002).

Por muy revolucionaria que resulte, la introducción de Internet se des-

arrolló en un contexto en el que ya se había producido una experimentación

previa con otras tecnologías de la información, aunque sin el éxito deseado

debido a la inadaptación de éstas a las necesidades de las prácticas profesio-

nales periodísticas y de diferenciación y/o complementariedad frente a los

soportes ya existentes así como la falta de masa crítica en términos de núme-

ro de usuarios. Internet se presentó como tecnología más amoldable a las

necesidades periodísticas, capaz de captar una masa de público potencial.

Por ello la tecnología de Internet no puso en duda el modelo periodístico ni

sustituyó a los demás modelos de acceso a la información sino que ayudó a

transformar hasta cierto punto esa relación entre productor y consumidor de

la información así como a otros niveles como las fuentes (Colombo 2000,

Regan 2000).

A pesar de comprender por qué es posible hacer una crítica a lo inevitable

de la ruptura de la existencia de mediadores y por qué el periodismo estaba pre-

parado para asimilar una tecnología como Internet, queda todavía un punto

por abordar.

Los motivos por los cuales se ha aceptado la idea del fin del periodismo no

se explican solamente por la oposición entre lo nuevo y lo viejo. En este caso,

puede explicarse por la oposición entre los medios de comunicación de masas

clásicos (caracterizados por su lógica de comunicación vertical y unidirecciona-

lidad) representados por la televisión, la radio y los periódicos y los nuevos

medios (interactivos, participativos y paritarios) cuya expresión emblemática es

Internet. Se trata de un conflicto esencialmente simbólico ya que los primeros

encarnan un mito negativo, el pasado, el gran hermano de Orwell (2000), y los

segundos un mito positivo, el futuro, la libertad (Scifo 1998).

Existen otros factores de carácter histórico, cuya referencia es fundamental

si queremos comprender el discurso producido a mediados de los años noven-

ta sobre el fin del periodismo. Estos factores tienen que ver con la percepción

que la sociedad tiene del papel de los periodistas y también del modelo de orga-

nización económica de los medios de comunicación en la segunda mitad de los

años noventa en los países más desarrollados.

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