cinematográfica se sientan cómodos con los nuevos modelos de ingresos que
promoverá este modelo de acceso a la televisión. En este conjunto de posibles
cambios hay todavía lugar para la entrada de nuevos nodos en la red global de
interconexión entre televisión, Internet, telefonía móvil, personas, música,
películas, series y noticias, es decir, la experimentación de viejos y nuevos
modelos televisivos comerciales, públicos o híbridos en nuevos mercados como
el de la televisión en China.
Sin embargo, incluso esa relación es de complementariedad entre soportes
y no de sustitución de la sala de estar o habitación por la visualización en los
transportes públicos o en el lugar de trabajo y también será dictada por los
hábitos sociales de interacción de las diferentes sociedades.
La televisión en red es el producto de la apropiación social y económica de
una de las dimensiones de la interactividad: la baja interactividad. La televisión
es al mismo tiempo la tecnología central en términos de hábito o dietas de
medios y de matrices de medios o representación de los agentes sociales en
cuanto a la información y el entretenimiento. Y se constituye también como
motor del metasistema de entretenimiento debido a su dimensión económica,
caracterizándose su presencia en la dimensión del entretenimiento por un sis-
tema híbrido en el que conviven géneros televisivos tradicionales y nuevos
influenciados por la aparición de los reality shows.
Por su parte, como analizaremos en el punto siguiente, Internet asume en el
metasistema de la información el papel emergente que los juegos multimedia han
asumido aparentemente en la dimensión del entretenimiento sin ser corres-
pondidos a nivel de los ingresos producidos (mucho más elevados en la indus-
tria de los juegos que en la presencia informativa en Internet, donde los mode-
los de gratuidad directa o indirecta todavía predominan hoy).
Al mismo tiempo, Internet se asume como nodo central de la segunda red
de interactividad, la de alta interactividad.
La televisión e Internet constituyen hoy en día las dos principales tecnolo-
gías de mediación, disputando cada uno el centro de dos redes de interactividad
diferenciadas, interconectadas entre sí a través de los vínculos ofrecidos por las
diferentes tecnologías de comunicación interpersonal.
A través de procesos diferenciados de apropiación social y económica, la
televisión e Internet constituyen hoy los dos nodos centrales de una misma red de
© Editorial UOC 213 Una constelación de redes
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