Mediante la apertura a otras tecnologías, la televisión ha sido capaz de
mantener el centro de una de las dimensiones sociales de los medios de
comunicación, la que se caracteriza por una baja interactividad en la rela-
ción con el entretenimiento y la información. Esa función social se suele
activar cuando llegamos a casa después de un día de trabajo y nos acompa-
ña en nuestras comidas diarias al tiempo que compite con otras tecnologías
por nuestro tiempo libre, cuando no estamos hablando con la familia o los
amigos.
La televisión en red se diferencia también de la televisión interactiva pues no
se desarrolla bajo una capa de convergencia tecnológica. Al contrario, combi-
na varias tecnologías de comunicación, analógicas y digitales, interactuando
en forma de red con el objetivo de promover la interactividad con sus teles-
pectadores.
Así, la televisión en red se desarrolla en un entorno de divergencia tecnoló-
gica, lo que queda demostrado a través del análisis de los datos recogidos que
dejan patente el uso de varios medios como el teléfono, SMS, e-mail e Internet
como formas de interacción entre los telespectadores y los programas.
La dimensión de red de la televisión también puede detectarse a nivel gráfi-
co, tal como sugiere Cooke (2005) en su análisis de la dimensión visual de las
televisiones, páginas de periódicos e Internet.
Con el acceso a Internet y fruto de una cultura de aceleración de la infor-
mación se ha intentado dotar a todas las distintas interfaces de un mismo
modelo de presentación de noticias (Cooke 2005). En cierto modo, nuestra
visualización de la información de las noticias se parece hoy mucho al diseño
que nos hemos acostumbrado a reconocer en las páginas online donde busca-
mos información.
No es solamente en la interactividad que se intenta valorar una dimensión
de red en la televisión, sino que en el aspecto cultural también se busca a tra-
vés del diseño la emulación de una lógica de red mediante un diseño de inter-
faces que transciende las tradicionales fronteras de los medios de comunica-
ción (Cooke 2005) y acerca a la televisión a otras tecnologías como Internet o
a la telefonía móvil y los SMS (Ytreberg 2005).
Por otro lado, el análisis muestra que los demás modelos de interactividad
televisiva todavía tienen un peso residual, tanto en su penetración en los hoga-
© Editorial UOC 211 Una constelación de redes
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