mediados de los años 90, la televisión digital era sinónimo de televisión de
pago (‘Pay TV’, desarrollándose a través de canales de cine y deporte, principal-
mente fútbol, con éxito en países como EE.UU., Reino Unido, Francia, España
(Kleisteuber 1998) y Portugal.
Sin embargo, incluso el éxito de la televisión de pago ha sido desigual pues
a nivel global no existe tampoco un modelo digital uniforme. De este modo, la
televisión por cable predomina en EE.UU. y Portugal (30%), mientras la televi-
sión por satelite DTH alcanza en países como Alemania y Austria penetraciones
cercanas al 40% pero en otros países como Italia (16%), EE.UU. (15%), Francia
(18%) y el Reino Unido (22%) no llega ni a un tercio de la población (Kiefl
2003).
En la segunda mitad de los años 90 se asistió en Europa a un proceso de difu-
sión de la televisión digital terrestre (TDT). Este incremento tiene su base en la
decisión de la mayoría de países europeos de llevar a cabo el cierre de sus trans-
misiones analógicas nacionales (apagón analógico) hasta 2010. Así, el desarro-
llo de la televisión digital en Europa se asienta casi exclusivamente en un pro-
ceso político aliado a imperativos económicos (Papathanasopoulos 2002) y no
en la exigencia de los telespectadores de satisfacer una necesidad social a través
de la innovación tecnológica (Winston 1999).
La introducción de la televisión digital también constituye un hito en la evo-
lución de la televisión europea iniciando lo que podríamos llamar la tercera fase.
El primer período estuvo dominado por el monopolio de los servicios públicos
de televisión, seguido por una fase marcada por un sistema dual de coexistencia
de canales públicos y privados (Kleibeuster 1998). No obstante, lo que pueda
ocurrir en esta tercera fase es todavía una incógnita, debido en gran parte a que
se está acentuando una tendencia ya existente de mayor segmentación de públi-
cos y aumento de canales disponibles. De momento, la televisión digital no ha
cambiado los formatos televisivos, tanto en lo que se refiere a los contenidos en
abierto como en la forma en la que los programas son llevados por los presen-
tadores, participantes y periodistas (Richieri, 2000). Tanto en los modelos de talk
show como en los reality show, la introducción de la interactividad continúa
obedeciendo a los modelos tradicionales de distribución del poder de control
sobre la emisión y los contenidos. Y son esos los modelos de contenidos más
explotados y vistos como paradigma del contenido interactivo en la televisión
© Editorial UOC 196 Los medios de comunicación en la sociedad en red
157-214 cap4 17/5/10 23:01 Página 196