La televisión generalista a nivel global puede seguir patrones semejantes de
contenidos y formatos (Wolton 2000), pero sigue incorporando una fuerte
dimensión de identidad nacional. Esta afirmación tiene menos que ver con las
prácticas políticas de defensa de contenidos nacionales que con las propias
prácticas de dietas de medios frente a la televisión.
Hungría presenta junto con Polonia e Italia las cifras más altas de consumo
diario de televisión (superior a los 245 minutos), mientras Dinamarca, Austria,
Suecia y Noruega presentan las cifras más bajas (menos de 170 minutos dia-
rios).
Asimismo, los patrones de consumo diario son diferentes. En el sur de
Europa, es decir, Portugal, España e Italia, existen dos prime-time diarios, de 13
a 16 horas y de 20 las 22 horas, mientras que en Alemania, Suecia y Dinamarca
sólo hay un prime-time de 18 a 23 horas.
Esa diferencia también se produce en cuanto al tipo de contenidos. Como
se puede observar en el conjunto de figuras anteriores, el deporte es en muchos
países europeos (aunque no en el caso portugués, como veremos a continua-
ción) el género televisivo más común entre los veinte programas más vistos.
Existe una clara división entre los países donde el deporte representa más del
75% de los programas más vistos, en una clara aproximación a los datos de
EE.UU., y aquellos donde representa menos del 30%. También existe una dife-
rencia entre los géneros deportivos más apreciados, diferencia claramente per-
ceptible en términos geográficos y que denota una diferente perspectiva cultu-
ral, con el fútbol como deporte sin fronteras y los deportes de invierno aprecia-
dos en la zona alpina, el norte de Europa y Escandinava.
En un informe producido por Kiefl (2003) para la Canadian Radio-Television
and Telecommunications Commission se apuntan algunas tendencias globales
y también otras claramente nacionales, demostrando de este modo que el uni-
verso televisivo es fruto de esa interacción entre lo global y lo local, a pesar de
lo que sugiere McLuhan (1998), aunque la aldea tal vez pueda ser global en la
dimensión informativa y sin lugar a dudas menos a nivel de entretenimiento.
A pesar de la evolución de los reality shows, el drama ficción se ha manteni-
do como categoría televisiva más importante a lo largo de los últimos 5 años
en el prime time norteamericano, europeo y australiano. Sin embargo, hay que
destacar algunas diferencias, pues si en Europa y Australia el drama no ha sufri-
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