pero también en la asunción de responsabilidades periodísticas por miles de
personas que se encuentran vinculadas a otras profesiones y a quienes la pro-
liferación de canales y la personalización de los medios de comunicación ha
permitido ejercer esas competencias.
Bajo el punto de vista de Ortoleva (2004) no se trata simplemente de un
cambio coyuntural en el sistema de medios de comunicación de masas. Una
señal de esa transformación es que el objeto de atención de sus participantes
ha dejado de lado los contenidos para abrazar también las dimensiones eco-
nómicas, tecnológicas y jurídicas. Este nuevo sistema de medios, cuya fase de
consolidación tuvo lugar entre 1990 y 2001, se caracteriza por un conjunto de
tendencias globales contradictorias entre sí.
La denominada convergencia está considerada una de las características base
de los años 90 en el sistema de medios. Dados los cambios legislativo-jurídi-
cos, se rompieron una serie de barreras para la constitución de grandes grupos
que agregaron en entidades únicas la anterior división del sistema de medios
(editoriales, proveedores de acceso y telecomunicaciones, emisoras, industria
del hardware comunicativo y de acceso a la información). Pero ese intento de
superación de divisiones culturales, institucionales y tecnológicas con el obje-
tivo de permitir la formación de industrias unitarias y modelos comunicativos
mixtos, es decir multimedia, no fue fructífero.
Aunque hayamos asistido a procesos de fusiones y adquisiciones y a la
caída de las barreras jurídicas, la idea de hibridación generalizada de los
medios de comunicación ha resultado ser más impracticable (por ejemplo,
televisión e Internet) que exitosa (teléfono móvil y música en mp3) a pesar de
ser atractiva sobre el papel. Las fusiones y adquisiciones acarrearon muy pocas
veces una unificación efectiva de los procesos productivos entre diversos tipos
de medios. Fue, pues, una lógica financiera y no tanto industrial que presidió
las decisiones, por lo que asistimos también a muchos retrocesos, como los
que ocurrieron en los portales generalistas y en las pérdidas financieras rela-
cionadas, o a la venta de activos en el sector de la televisión, radio y prensa
después de una adquisición precipitada por muchas empresas de telecomuni-
caciones.
Otra de las características de este momento histórico de los medios de
comunicación es la denominada “aventura del contenido” (Ortoleva 2004).
© Editorial UOC 149 Modelos comunicacionales y sociedad informacional
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