© Editorial UOC 147 Modelos comunicacionales y sociedad informacional
Esta aportación de Umberto Eco a la comprensión de la dimensión narrati-
va, la información y el entretenimiento es doblemente útil porque por un lado
demuestra la bidireccionalidad que se establece en las relaciones de influencia entre
medios de comunicación tradicionales (como la televisión, prensa y radio) e Internet
y por el otro, introduce la relación entre economía y contenidos de los medios.
Una relación fundamental para poder cuestionar la aparición de los proce-
sos de globalización comunicativa, de la articulación en red de los medios de
comunicación y consecuentemente de la mediación en red, del cambio de los
modelos de noticias y entretenimiento en un marco cultural correspondiente a
una cultura de virtualidad real –la cultura generada en un modelo informacio-
nal de sociedad articulada en red– ¿será suficiente para poder referirnos a la
existencia de un nuevo sistema de medios?
Un sistema de medios se refiere, en la formulación de Peppino Ortoleva, al
marco de las interrelaciones entre tecnologías y organizaciones que dirigen las
diversas formas de comunicación. Se trata de una categoría de origen esencial-
mente institucional y económico, que nos ayuda a explicar por un lado la diná-
mica evolutiva de los medios de comunicación y por otro cómo cada sociedad
establece entre los diversos medios una división de las funciones, la cual nace
de los procesos socioculturales complejos pero encuentra a posteriori su legiti-
mación en las empresas y marcos legislativos (Ortoleva 2002).
Tradicionalmente podemos distinguir cuatro orientaciones, o si se prefiere,
cuatro modelos ideológicos que presiden la forma de encarar la comunicación
en la organización institucional y económica de un determinado sistema de
medios (Williams 1989; Ortoleva 2004), pudiéndose caracterizar el actual siste-
ma como producto de una búsqueda de equilibrio entre un modelo comercial
y un modelo democrático de comunicación.40
40. El modelo paterno ve la comunicación con una finalidad educativa, guiada por la autoridad de
las instituciones, como por ejemplo la escuela o la televisión del estado; el modelo autoritario es
aquel en el que el poder político utiliza su fuerza para impedir la circulación de información impro-
pia; el modelo comercial se distingue en que el intercambio de la comunicación es total e está inte-
gralmente asimilado al modelo de intercambio de mercancías, considerándose a la comunicación
como mercancía privatizable y basada en la autosuficiencia y desregulación; por último, el modelo
democrático tiene como objetivo garantizar la máxima libertad no sólo en el disfrute comunicativo
sino también en la creación de mensajes en todos los ámbitos de la sociedad. (Williams 1989;
Ortoleva 2004)
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