a desarrollar filtros individuales (Eco 1996a). De ahí que la argumentación

sobre el acceso a la información deba también tener en cuenta que de hecho

pueden existir demasiadas noticias35 y que la única forma de asegurar el acceso

a la información útil es diezmarlas (es decir, aplicar criterios de filtración posi-

tiva y negativa escogiendo una opción entre cada diez), con la salvedad de que

esa filtración implica también el conocimiento de los mecanismos que han

producido la información, lo que nos conduce asimismo al debate acerca de los

conocimientos necesarios.

La existencia de una abundancia de información no constituye una garan-

tía de su utilidad social pues hace falta tener los conocimientos necesarios para

poder actuar como filtro de información, saber distinguir y seleccionar, o el

acceso a toda esa información será inútil (Eco 1999).

“No se puede comprender, en la acepción más crítica y amplia del término, una pelí-

cula si no se tiene la noción de la técnica de rodaje y montaje.” (Eco 1999, traduc-

ción propia)

La autonomía comunicativa no depende únicamente del acceso, al igual

que el disfrute de la información puede conllevar poca capacidad de empode-

ramiento individual si no se hace uso de los conocimientos necesarios o éstos

están ausentes de los procesos de selección y filtraje. Como sugiere Paquete de

Oliveira (1994), el problema del conocimiento es hoy uno de los principales

problemas de los estados democráticos. Aunque el mundo actual esté inunda-

do de información, el conocimiento (como capacidad de manipulación y asi-

milación) en cambio no guarda la misma relación con esa difusión (Morin

1994, cit. en Oliveira 1994).

Del mismo modo que la accesibilidad no es una categoría suficiente para

definir un nuevo modelo comunicacional, tampoco lo es la “información”. Es

cuestionable si podemos describir adecuadamente a las sociedades con sólo una

variable abundante y, en el caso de ser posible, podemos preguntarnos si la

35. Según Denis Macquail, noticia puede definirse como la forma más común de transmitir la infor-

mación sobre acontecimientos públicos a través de los medios de comunicación más diversos, con

una gran diversidad de tipos y formatos así como fuertes diferencias culturales entre sus diversos

soportes de divulgación. Sus características básicas son generalmente la actualidad, relevancia y fia-

bilidad.

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