nos como el teléfono móvil o Internet, apropiados por parte de una gran mayo-
ría de la población.
La guerrilla semiótica contemporánea, al revés de la anterior formulación de
Eco, no se desarrolló a partir de la acción de las elites sino en un proceso de red,
de creación de nodos espontáneos, reeditando la lógica del rumor oído y trans-
mitido de boca a oreja, propio de la comunicación interpersonal, sólo que esta
vez utilizando el teléfono móvil con el objetivo de pasar un mensaje que con-
sistía en que “el gobierno estaba mintiendo, por lo que se pedía a las personas
que se concentraran ante las sedes del partido del gobierno, el Partido Popular,
o ante los edificios públicos en señal de protesta” (Eco 2004b).
Lo que sucedió fue la búsqueda de un canal alternativo de comunicación,
oponiendo la comunicación de difusión realizada a través la televisión a la
comunicación privada. Ésta puede también transformarse en un medio de
comunicación de masas cuando ocurre en una red electrónica (como la telefo-
nía móvil). La comunicación privada adquirió así una dimensión de fenómeno
colectivo en el que las personas veían la televisión y leían los periódicos, aun-
que al mismo tiempo se comunicaban entre sí y se preguntaban si lo que se
estaba diciendo era o no verdad, contrastando por las noticias que leían y oían
en los canales nacionales con la información que podían obtener en Internet,
consultando periódicos extranjeros y viendo canales de televisión vía satelite
(Eco 2004b).
Otros ejemplos similares e igualmente complejos de apropiación en red de
los medios de comunicación se encuentran por ejemplo en el caso de las pro-
testas de Seattle durante la Ronda del Milenio de la OMC (Organización
Mundial del Comercio) en 1999. Tal como destacan diversos autores (Rodotà
2000, Castells 2004, Wieviorka 2003), las protestas ocurridas en Seattle fueron
organizadas a través de Internet aunque sólo adquirieron repercusión y poder
de mediación a través de las imágenes difundidas por las televisiones a todo el
mundo. De este modo, Internet asumió el papel tradicionalmente desempeña-
do por las estructuras personales en redes locales, es decir, posibilitar que per-
sonas con intereses similares pudiesen coordinar sus acciones a pesar de encon-
trarse dispersas. Más allá de ese papel organizativo otorgado a Internet, el inte-
rés en analizar esta forma de protesta reside en poder entrever la noción de
complementariedad a la eficacia de la mediación de los medios de comunica-
© Editorial UOC 136 Los medios de comunicación en la sociedad en red
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