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El documEntal Expandido: pantalla y Espacio UOC PRESS
Es la época de la consolidación de aquello que Deleuze y
Guattari denominan como agenciamientos colectivos, aquellos enun-
ciados que marcan la subjetividad pero que no son nuestros, que
nos atraviesan y están dentro de nosotros pero que ya no cono-
cemos: son los enunciados de la realidad dominante.48
Para la contracultura y los movimientos contestatarios sur-
gidos tras la Segunda Guerra Mundial del siglo xx, el Vídeo
electrónico era una herramienta de comunicación que hacía
posible una participación social aún inédita en el mundo de la
comunicación y la alternativa a los códigos de representación
impuestos por las corporaciones de la industria de los media,
la posibilidad de experimentar una alternativa de los discursos
dominantes.
No solo la gente vinculada al mundo de la imagen participaba
de esta práctica alternativa sino que la propia fuerza de la comu-
nicación audiovisual atrajo a sectores vinculados al mundo del
activismo político, las artes plásticas, la música, la escritura, la
danza, la escultura, el teatro.
Los artistas que utilizaban el vídeo y comenzaban a explorar el
nuevo medio audiovisual se posicionan frente a la manipulación
a la que somete al público la televisión y los medios de comu-
nicación de masas, de ahí que Vostell entierre en cemento un
monitor y que Beuys los ponga de cara a la pared. No se intenta
en estas acciones de crítica una variación del orden de la narrativa
sino de cuestionar el propio estatus de lo existente, tanto de las
herramientas de reproducción de lo real como del propio modo
de producción serializado de la televisión y el cine.
Como comenta Martha Rosler, analizando los primeros años
del vídeo: Los artistas buscaban nuevas formas y una imagen de mis-
mos intervencionista (cuando no mágico-chamánica), perseguían una ruta
más que diera poder al arte, haciendo de contrapunto al que tenían los
48. Gilles Deleuze y Félix Guattari, Kafka. Por una literatura menor. México, Era, 1980.