Presentación

Debo este libro de divulgación sobre el documental expan-

dido al tiempo en que fui estudiante y a los propios estudiantes

que desde hace muchos años asisten a mis clases y talleres, y con

quienes he ido transitando este relato que ahora escribo.

Su curiosidad de ahora no es la misma que la mía de entonces

a su edad, lo que me lleva a intentar realizar con ellos un juego

de espejos para comprender las expectativas mutuas que deposi-

tamos en el otro.

Mi generación estaba convencida del enorme poder del relato

visual y eso significaba un posicionamiento político, la búsqueda

de una estética política, el desafío de comprender y actuar con

relación a un poder que se establecía como dominio.

No se trataba solo de conseguir trabajo profesional en el

mundo de la imagen sino de constituir un marco de acción fuera

de la industria audiovisual, de generar una tensión con el traba-

jo que encuentre un canal de salida en la modificación de los

mecanismos que lo contienen y lo delimitan. En este contexto, el

dispositivo audiovisual era mucho más que una herramienta de

trabajo, constituía, y lo sigue siendo, un factor de comunicación

y transformación. La potencia de crear una imagen del mundo.

Agradecer a quienes han hecho posible este libro requiere un

ejercicio de memoria de charlas a veces informales pero muy

fructíferas y otras de un aprendizaje metodológico imprescin-

dible. Josep M. Català, el tutor de mi tesis doctoral, que en su

interés pluridisciplinar y su enorme cordialidad me permitió