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la rEprEsEntación documEntal
en la narración, así como también mediante la descripción de las
peculiares características de personajes que vehiculizan la cons-
trucción de una narrativa fluida.
La imposicn de un modelo de representación instituciona-
lizado, o MRI, dejó de lado otros paradigmas y formas de expe-
rimentación que se daban en los comienzos del cine, y donde se
intentaba encontrar un nuevo lenguaje para un nuevo medio de
representación. Dejaremos para más adelante en otro capítulo la
reseña de la actividad de este cine experimental (ver capítulo 2.2: El
cine experimental: la polivisión, el cine expandido y multimedia).
La inflación de la narratividad en el punto de vista de una his-
toria del cine ha generado algunas distorsiones de peso, como la
que sucedió en el caso del director y actor Abel Gance. Debido
a la utilización de la polivisión (imagen partida en segmentos)
en su Napoleón (1927), Gance suele ser tildado despectivamente
de formalista por la crítica de aquellos años y por parte de la
historiografía fílmica y la crítica normativa, quienes no vieron en
sus propuestas más que “juegos formales sin nuevas propuestas
narrativas”.38
Abel Gance incorporó en algunas escenas de su magno
Napoleón lo que más tarde denominó como polivisión: la pro-
yección de tres imágenes simultáneas, manera de remarcar así
distintos puntos de vista sobre una acción.
La complejidad formal y conceptual de la propuesta de la
polivisión llevaba a elaborar narrativas sofisticadas mediante la
proyección simultánea no ya solo de escenas descriptivas de un
evento, sino de escenas donde se produce la interacción de dis-
tintos tiempos narrativos, llegando incluso a proponer imágenes
abstractas para recrear asociaciones conceptuales.
Esta sofisticación en la forma, pero también en el dispositivo
de representación y por lo tanto en la narrativa, hicieron difícil
38. Ver G. Sadoul, Historia del cine mundial: Desde los orígenes hasta nuestros días. Buenos Aires, S. XXI
editores, 1987. Pág. 176.