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la rEprEsEntación documEntal
ca entre tecnología y formas de representación recrean un rico
campo en asociaciones y utopías de lo posible. A cada nuevo
desarrollo en el campo de las tecnologías de la comunicación
corresponde una revolución de los puntos de vista, y de la ubi-
cación del observador en esa espiral de emociones que genera el
invento técnico.
Pero esta utopía tecnológica que se perpetúa desde los prime-
ros manifiestos de los enamorados de la máquina, a manera del
“Manifiesto futurista” de Marinetti (1909), ha encontrado en el
mercado y en la sociedad de consumo su mejor valedor.
La industria que se expande alrededor de las nuevas tecnolo-
gías, muy consciente de esta fascinación que se genera, explota
cada nuevo invento como la promesa de un nuevo mundo.
Los cambios en la percepción, y por tanto en nuestro orden
de realidad, se extrapolan en programas (software) determinados
para un uso conductista de la herramienta técnica, sea este de
carácter lúdico o laboral; de manera que la percepción, que a
veces es expansión, puede también ser una percepción dirigida y
la realidad inducida, una dimensión muy limitada.
El dispositivo técnico generalmente cumple un programa y,
como señala Vilém Flusser, precisamente son los mismos límites
del programa del dispositivo los que determinan también el umbral
del juego. La cámara de fotos nos permite una nueva disposición
frente a la luz, el tiempo y el grabado, pero en los límites del pro-
grama (la técnica que hace que una cámara funcione como tal) se
encuentran los límites de este nuevo mundo construido.26
26. Vilém Flusser, Una filosofía de la fotografía. Madrid, Síntesis, 1983.