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la rEprEsEntación documEntal
optimizaban nuevas máquinas para captar la luz, estas llegaban al
gran público permitiendo observar y reproducir el ritmo y colo-
rido de las ciudades, plasmar el juego de luces en la naturaleza,
retratar a personas de clases sociales diversas, dando visibilidad
e identidad a la naciente burguesía, el proletariado urbano y un
campesinado que habría de esperar a que una nueva mirada de la
fotografía social documental los incluyera en el álbum iconográ-
fico de la cultura occidental, de la imagen técnicamente reprodu-
cida de la sociedad de masas.
La cámara fotográfica que en un principio parecía venir a
suplir a la representación de imágenes pictóricas no solo fue
capaz de reproducir los juegos de luz y sombra, sino que dotó al
observador de un aparato susceptible de entender nuevas formas
y vínculos en la realidad circundante.
De manera similar el cinematógrafo, como invento científico
que denota la relación del tiempo con lo visual-táctil de la luz, es
una nueva tecnología que varió la forma de observar, entender y
captar lo real.
Nueva representación de lo real-imaginario que no solo va a
permitir ver cosas que el ojo era incapaz de percibir,23 sino que va a tejer
nuevas relaciones perceptivas y conceptuales en lo que se refiere
al discurrir temporal, la construcción de la historia, el punto de
vista, la noción de sujeto y nuestra concepción del espacio.
Las herramientas expresivas propias del cine cambian nues-
tros modos de percepción. A partir de las técnicas de la cámara
lenta (slow motion), los primeros planos (close-up) y los estudios del
movimiento, el cine produce una nueva manera de observar la
naturaleza y el entorno. Las técnicas de montaje, por su parte,
consiguen estructurar y combinar imágenes y secuencias, de
manera que trastocan nuestra noción de tiempo y espacio en for-
mas nunca antes experimentadas.
23. D. Vertov, El cine ojo. Madrid, Fundamentos, 1974.