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El documEntal Expandido: pantalla y Espacio UOC PRESS
sentido, el diálogo entre autor y espectador-usuario permite
configurar distintos niveles de discurso desde donde hablar
de aquello “real” y trazar coordenadas de encuentro.
Un análisis de lo real que sugiere un punto de vista distinto
al estrictamente mediático o periodístico, ya que el documental,
tanto el monocanal como el expandido, es capaz de poner en
contexto la información que brinda, a la vez que de tejer un diá-
logo emocional con el espectador.
Esta dimensión analítica y expresiva del documental (sería
válido hablar de la suma de cabeza + corazón en la transmisión
de mensajes) que es parte integrada de la vertiente tradicional
vinculada al cine y la televisión, adopta un nuevo perfil en las
estrategias expositivas en sala.
La inclusión y la hibridación del documental tradicional con
prácticas artísticas que juegan con el espacio y diversas “atmós-
feras” del hecho presencial, en las que se invita al espectador a
participar, son capaces de ampliar los modos de representación
propios de la proyección monocanal y las fórmulas narrativas
lineales más convencionales.
Se construye de esta manera con el documental expandido una
forma que abarca diferentes modalidades y que aúnan prácticas
diversas, propias de distintas disciplinas:
la arquitectura (el “proyecto” como elaboración a priori; el
tratamiento de la luz y la materia en el espacio),
la narratividad, la interactividad (informática o cibernética),
la hipertextualidad (textos que remiten a textos, obras que
remiten a obras),
la instalación.
Pero esta hibridación formal del documental expandido que
potencia nuevas prácticas y moviliza nuevos contenidos también
genera nuevos interrogantes: ¿De qué manera la formulación