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El documEntal Expandido: pantalla y Espacio UOC PRESS
Las formas de representación mediante las cuales mediatiza-
mos y analizamos expresan nuestra capacidad y deseo de habitar
relatos complejos, a la vez que se generan juicios morales sobre
las maneras en que este mundo se desenvuelve.
Es decir, la representación es una selección de estilo, una seg-
mentación del conjunto, una manera de escoger un lenguaje, una
voz de la expresión. El yo se reconoce en el estilo y sugiere un
mundo. Así, la representación no solo configura formas y estilos,
sino que conforma un imaginario individual y social.
La tecnología siempre viene en auxilio del yo: un nuevo dis-
positivo nos amplía, nos transforma. Las herramientas técnicas
crean el subtexto que guía nuestros sentidos y modifica la interre-
lación que hacemos entre lo que percibimos y lo que somos capa-
ces de traducir (describir, analizar, comunicar) de esa percepción.
Percepción y representación son órdenes vinculados por las
herramientas técnicas con las cuales traducimos los inputs de lo
real/externo. Estas tecnologías amplían y modifican el ámbito y
función de nuestros sentidos de manera que las conquistas de la
técnica suelen darnos un “punto de vista” diferencial.
Probablemente no todos queremos opinar sobre lo que es el
mundo, la sociedad y nuestro prójimo, pero preferimos hablar
de mo nuestra herramienta de trabajo es capaz de configurar una
estrategia de trabajo. El dispositivo técnico nos despierta al trabajo.
Las formas tecnológicas de la expresión: la escritura, la ima-
gen, los sonidos, son medios de expresión y contacto que pro-
ponen coordenadas de comprensión de la realidad, y que guían y
ordenan nuestra percepción. La escritura nos sitúa en el ámbito
de la linealidad. La imagen: en las dos dimensiones del ancho y
alto. El sonido plantea un espacio en verticalidad.
Diferentes medios de comunicación crean distintos rituales de
la expresión donde se genera un gesto, una expresión del cuerpo,
una participación transpersonal y comunitaria.
El deseo de participación en lo real parece ser el motor o el
resorte que puja al ritual mágico a través de la representación