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El documEntal Expandido: pantalla y Espacio UOC PRESS
El rasgo peculiar del cine de Chantal Akerman es su formula-
ción en continua deriva, idea de perpetuo movimiento que traslu-
ce una metáfora del recorrido vital. Esta idea o estilo que surge de
sus películas impregnan tanto sus ficciones como sus documenta-
les, y en el caso de la instalación de “D´Est” la propia propuesta
formal, donde los travellings van pasando de monitor a monitor
en sentido horizontal creando un movimiento de traslación que
acompaña al espectador en su recorrido frontal por la instalación.
Se potencia de esta manera el recorrido del observador, en para-
lelo al recorrido de los travellings por los monitores.
Con ocasión de una exposición de distintas instalaciones docu-
mentales de Chantal Akerman en el MALBA (Museo de Arte
Moderno de Buenos Aires), la crítica de arte Araceli Otamendi
describe así sus sensaciones sobre estos documentales expandi-
dos: Se entra al espacio Contemporáneo del Malba con la idea de ver una
documental pero se encuentran ahí varios monitores agrupados en series donde
van pasando distintas secuencias del film. Se puede caminar y detenerse ante
cada monitor o cada serie de monitores, mirar las escenas, escuchar. No se
trata de un espectáculo común. Es una sumatoria de imágenes y sonidos, todo
al mismo tiempo. La directora evidentemente ha querido producir un efecto
y lo logra. Uno quiere ver más, saber cómo transcurre, qué es lo que va a
ocurrir. Hay imágenes dramáticas, desoladoras, otras no tanto, más bien son
desconcertantes. Entonces uno empieza a preguntarse con qué clase de film se
ha encontrado (http://www.quadernsdigitals.net/, abril de 2008).
Los continuos travellings que configuran el documental mono-
canal de C. Akerman confieren una belleza plástica y denotativa
de las gentes y los espacios filmados, de manera que asumen un
aire distinto de la modalidad observacional clásica: no sabemos a
ciencia cierta si estos largos planos secuencia en travellings han
sido preparados o la gente que aparece en el plano no se da cuen-
ta de ellos. La ficción y el documental se rozan y entremezclan y
el espectador siempre bascula entre una u otra suposición.
Sin embargo, este entorno de misterio narrativo y denotativo
que impregna el documental monocanal parecería perderse en la