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dispositivo y comunicación
nes, cine y arte, sino que este desbordamiento configura nuevos
puntos de vista que no pertenecen ya a una ni a otra institución.
Uno más uno sigue resultando tres.
Hasta hace pocos os el documental independiente se distri-
buía, y con muchos inconvenientes, por los canales del cine y la
televisión. La propia dinámica de expansión audiovisual en nuevos
circuitos de la institución artística sumada a una clara apuesta de los
artistas contemporáneos por una vuelta a los principios del realismo
ha abierto el flujo de atracción entre documental y sala expositiva.
Hoy día el “cine expandido” y las instalaciones documentales
contemporáneas que vemos en museos y galerías son trabajos de
exposición que utilizan muchas veces técnicas documentales de
legitimización discursiva, en una nueva vuelta de tuerca sobre el
propio efecto de realismo y sobre el modo de enunciación.
En este sentido, quizá se hace necesario otorgar un nuevo
estatus a nuestra comprensión del “realismo” y los movimientos
que se derivan de tal concepción, ya que la anulación del con-
tinuo temporal y de progresión dramática convencional en la
instalación documental provocan un efecto de distanciamiento
en el espectador que se enfrenta así a la propia artificialidad de su
fantasía cinética.
Una estructura dramática, una cierta linealidad narrativa, una
consecución lógica del relato, junto al sincronismo de imagen y
sonido han sido hasta ahora los componentes básicos en los códi-
gos de reconocimiento del realismo documental convencional.
Al variar estos códigos de identificación del espectador en la
instalación documental cabría ver si entramos en el ámbito de la
ficción, o si la propia dinámica del género documental permite
establecer un terreno donde el realismo de la representación otor-
gue suficiente legitimización de estos nuevos códigos.
La variación de relaciones que surgen entre técnica, estética
y representación sugiere muchas veces la necesidad de volver a
categorizar términos que suelen ambiguos, como es el caso del
“realismo”.