137
dispositivo y comunicación
de “guión narrativo”, sino que se establece otra serie de pautas
que regulan su estructura narrativa, expositiva y su constitución
formal.
Se “proyecta” en ambos sentidos de la palabra. La más tra-
dicional, vinculada a la arquitectura, donde se hace un esbozo,
maqueta y planificación a priori.
Pero se hace “proyecto” también, en el sentido etimológico
señalado por Vilém Flusser: se “proiere”. Proiere significa también
modelar la forma de algo. Un proyector no solo es una máquina que lanza
imágenes, es también un planificador, un diseñador, sostenía V. Flusser.
En este sentido la instalación y las estrategias expandidas arti-
culan lenguajes de diversos ámbitos donde el diseño del trabajo
es tan importante como la trama narrativa o las estrategias de
representación que articula.
De esta manera, el lenguaje multimedia que desde los comien-
zos de la multiproyección experimental intentó dinamizar una
construcción de carácter sinfónico en el mundo del audiovisual se
despliega, se “desborda” en un ámbito multidimensional donde
tiempo, ritmo y espacio permiten esbozar nuevas tentativas de
representación de lo real.
5. El documental post-media
Después de Youngblood, otro importante pensador de la convergencia de
los medios fue Raymond Bellour. Comenzando por Passages de l’image,
exposición y libro organizados por Bellour junto a otros en 1990, la cuestión
ante la que primero se coloca es la de la imposibilidad de continuar pensando
los medios como separados e independientes.
Llega un momento en que “se vuelve claro que no se puede continuar
diciendo como antes: el cine, la fotografía, la pintura” (Bellour et al., 1990:
6): la multiplicación problemática de los modos de producción y de los soportes
de expresión, introducidos por la televisión, por la grabación magnética del
sonido, por el video y el ordenador, exigen un cambio de estrategia analítica.