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El documEntal Expandido: pantalla y Espacio UOC PRESS
espectador-obra como una manera de poner en cuestión los
modelos de producción y también los modelos de representación
dominantes. Mucho del cine experimental creado en Occidente
hasta los años sesenta ponía en cuestión la linealidad narrativa y
la lógica constructiva del cine tradicional (todo el cine surrealista,
desde Buñuel y Dalí, pasando por Maya Deren, hasta llegar al
cine abstracto y conceptual del movimiento Fluxus y las pro-
puestas del cine estructural). Recién a partir de los años sesenta
con las aportaciones experimentales surgidas desde el ámbito
del movimiento minimalista, se comienza a hacer una referencia
consciente y sostenida sobre el valor del espacio de proyección.
Si retomamos el conjunto de las propuestas denominadas
de vanguardia o experimentales en relación con el dispositivo
cinematográfico a lo largo del siglo xx, muchas de ellas han sido
proyectos convergentes y pueden sintetizarse en algunos aparta-
dos comunes:
Por un lado se hace patente la crisis del pensamiento posi-
tivista respecto de una representación objetiva y se quiere
hacer consciente al espectador sobre la complejidad en
la descripción de lo real y, por lo tanto, de la relatividad
del punto de vista del autor. Se desea ampliar este marco
introduciendo en el discurso cinético las limitaciones a que
nos somete el propio medio.
Se incorpora la importancia del contexto y del propio
dispositivo cinematográfico (la cámara, el celuloide, el
proyector, la sala) como tema/forma y como canal de
comunicación entre el creador y el público.
El “aquí y ahora”, el “espacio de ejecución” que es un con-
cepto fundamental en el desarrollo de la música contem-
poránea a partir de J. Cage, se intenta hacer sentir como
una dimensión desde la que situar el acontecer cinético,
manera de salir de la ilusión de realidad que potencia la
ficción convencional.