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dispositivo y comunicación
Proyectar en esta dimensión contemporánea del algoritmo
es para Flusser una vuelta a los dibujos primigenios del pony en
la cueva, donde se crea una relación mágica para cazar. Mundo
del simulacro que hace posible otra forma de contemplación, de
juego y de acción con el mundo.
Es sugerente asociar esta descripción de los pasos de la histo-
ria de la cultura que elabora Flusser con la realizada por McLuhan
en las décadas de los años 50 y 60.
Los afortunados aforismos de Marshall McLuhan (1911-1980)
resaltaban las características y la peculiaridad del propio media,
más que los contenidos que estos transmitían. “El medio es el
mensaje” y la descripción de la “nueva aldea global” a partir de
los inputs de la nueva cultura de la imagen y el sonido tienen
alguna resonancia conceptual con el trabajo de Flusser aunque
difieren sus métodos de construcción y sobre todo las conclusio-
nes a donde se dirigen dichos trabajos.
Flusser construye siguiendo un método dispersivo, de manera
que sus iluminaciones inacabadas, permitan abrir puertas de lo que
nos sucede en el misterio de la aplicación tecnológica, y precisamente deja
abierto este misterio de las relaciones que se avecinan en esta
nueva fase cultural donde el sujeto debe enfrentarse a lo que
pierde y a la que gana, en una fructífera relación entre tradición
y modernidad.73
El momento en que McLuhan desarrolla su caracterización
de los medios es determinante, ya que a través de los rasgos
y elementos constitutivos de cada media, McLuhan es el primero
en notar la principal diferencia introducida por la imagen electrónica: su
naturaleza “mosaicada”, resultado de su constitución a través de líneas de
barrido, lo cual le confiere condiciones de definición y profundidad de campo
completamente diferentes del cine, así como de modos de recepción también
distintos.
73. V. Fluser. “El consumo fragmentario de la información”. Revista Letra 1998.