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LAS NORMAS DEL GUIÓN
El arte de las palabras también tiene cabida en
el lenguaje cinematográfico, pero puede resultar bas-
tante frustrante para el buen literato, ya que la escri-
tura en el cine tiene unas leyes muy marcadas, y, con
respecto a la redacción, exige contención y austeridad
formal. Por encima de todo, a la hora de escribir para
el cine se tiene que pensar en imágenes, y hay que huir
de un tipo de prosa retórica. Se trata de ir al grano
con frases cortas y que describan acciones concretas.
En un guión los diálogos llenan la página, mientras
que la prosa descriptiva queda reducida a la categoría
de una acotación.
Sin embargo, el buen guionista será aquel que pu-
eda explicar y comunicarse sin la ayuda del diálogo,
es decir, mediante las acciones de los personajes y la
descripción de lo que pasa en la imagen. La escritura
tiene que ser suficientemente visual para que el lector
pueda visualizar el filme en su cabeza. Del guión ha
de salir un story board o guión técnico en el que cada
plano tiene que aparecer perfectamente dibujado. És-
ta será sin duda una de las herramientas más impor-
tantes para el buen funcionamiento de un rodaje.