sistema, ya que consideramos que no aportan nada a nuestro estu-
dio o que, simplemente, distorsionan nuestras estadísticas. También
puede interesarnos monitorizar un proceso precisamente durante su
fase de carga, y solo hasta que alcance un determinado estado en el
que consideramos se dan las condiciones de estabilidad deseadas y
nuestro estudio deja de tener interés.
En segundo lugar, debemos especificar el número de repeticio-
nes o ejecuciones del modelo de simulación, para cada una de las
configuraciones de factores o escenarios, necesarias para garantizar
una determinada calidad estadística de nuestros resultados. En de-
finitiva, se trata de adjuntar a dichos resultados un sello de credibi-
lidad experimental. Como contrapartida, debemos buscar las fór-
mulas y métodos que optimicen la utilización de nuestros recursos
en términos de tiempo de computación o de limitaciones temporales
del propio estudio de simulación. En esta etapa se emplean a me-
nudo técnicas específicas como las que buscan la reducción de la
variancia, números aleatorios comunes (CRN) o variables antitéticas
(AV), entre otras. Estas mismas técnicas pueden ser útiles para la
mejora de los coeficientes de los metamodelos de simulación. Estos
son ecuaciones matemáticas que relacionan las variables de entrada
y de salida de un modelo de simulación y pueden ser utilizados, en
su caso, como mecanismo eficiente para la obtención rápida de
respuestas en determinados tipos de problemas.
En general, el valor añadido más importante de un estudio de
simulación no lo constituyen los resultados finales obtenidos con el
modelo. El resultado más valioso es el conocimiento adquirido en
el proceso de análisis, que permite aportar argumentos cualitativos
y/o cuantitativos justificados a favor o en contra de las diferentes
opciones de diseño planteadas.
Documentación
Es importante mantener una documentación permanentemente
actualizada que refleje el estado del proyecto y que evolucionará y
¿QUÉ ES UN PROYECTO DE SIMULACIÓN? 23